Estoy casi resignada a que, todos los años, por junio, como si la cosa fuera géminis, (que debe serlo)mi atención tenga que detenerse en el tan manido tema de la custodia compartida. ¿Será que la presión atmosférica y los efluvios de la proximidad de la noche de San Juan son propicios para que las personas nos cuestionemos el papel de la maternidad / paternidad en el marco de los conflictos familiares? ¿O seré yo, que estoy más sensible a las crisis en este mes en el que rindo cuentas con el calendario?.
Dos artículos aparecidos en El País, diario que parece especialmente preocupado por este tema, son los que han llamado mi atención:
El primero, titulado “œLos hijos como propiedad” es una tribuna de la escritora Luisa Castro. Aunque no coincido con buena parte de la argumentación, me gustó particularmente este párrafo:
“œ”¦Permítanme, sin embargo, que dude mucho de que esta solución deba imponerla el Estado. Son los padres los que deben consensuarlo. Si no es así, poner a los padres y a las madres en pie de igualdad en el tema de la custodia sólo complica las cosas para los hijos. Directamente se convierten en una mercancía, un bien o una carga según convenga. Si estaban en una guerra cuando convivían los padres, seguirán expuestos a ella cuando éstos vivan en domicilios separados”¦”
El segundo, que parece contestación al primero, está firmado por Á€ssun Pérez Aicart, coordinadora de la Plataforma Feminista por la Custodia Compartida, y Fernando Basanta Ortega, vicepresidente de la Confederación Estatal de Madres y Padres Separados y bajo el título “œLos hijos compartidos” dice cosas como la siguiente:
“œ”¦El niño no necesita el control exclusivo de la madre. Ni del padre. El niño necesita la participación de los dos en su crianza, en su cuidado y en el roce cotidiano. Porque como decía la copla, sin roce no hay cariño. Y eso es lo que más obsesiona a algunas recelosas madres, como la tristemente famosa letrada María Dolores Martín Pozo, presunta inductora del asesinato de su ex marido Miguel Ángel Salgado; mujeres que no quieren compartir con ningún igual el cariño del ser amado, el amor de los hijos, por cuya escritura de propiedad exclusiva se afanan en batallar por todos los medios a su alcance y desde los más altos castillos.
Los niños no son una propiedad, y no se pueden partir, como sí se puede partir una casa, cuyo valor material no obstante tampoco se parte, porque va en el mismo lote que la propiedad materna de los hijos. Claro que los hijos no se pueden partir, pero sí se pueden y se deben compartir”¦.”
No se molesten en acusarme de parcialidad en la selección de los párrafos, ya lo digo yo que, intencionadamente, he seleccionado lo que me parece más relevante sobre las dos posturas que en este momento están socialmente enfrentadas en el tema de la definición de la custodia compartida.
Porque (y va la tercera vez), no conozco a nadie que no acepte la custodia compartida como el mejor de los sistemas para la atención y cuidado de los menores tras la ruptura matrimonial, lo que queda en evidencia en estos dos artículos, es que en el primer caso se entiende esta custodia como un resultado que sólo puede darse de la negociación entre ambos progenitores y, en el segundo, se desea que esto sea una imposición judicial, universal para todos los casos.
Si no lo he entendido mal, la señora Pérez Aicart y el señor Basanta Ortega, abogan para que en casos de conflictos familiares, como el recientemente conocido entre la bogada María Dolores Martín Pozo presunta inductora de asesinato y su ex marido Miguel Ángel Salgado y victima del anterior delito, el juez imponga la custodia compartida a los hijos o hijas de ambos, como la mejor opción para la salud psicológica de estos menores. (Por favor, vuelvan a leer este párrafo y piensen con serenidad”¦confío en su buen juicio).
Creo que lo explican muy bien porque, hasta donde yo sé, la reivindicación de las organizaciones que representan las personas firmantes del artículo es precisamente ésta; un sistema judicial que imponga la custodia compartida en todos los casos de separación y divorcio, basándose en que la tradicional maldad y ambición femenina, aprovecha el rol que tradicionalmente se le ha asignado, con la complicidad de los jueces (que, por cierto, debe ser el único supuesto conocido en el que los jueces parecen ponerse de parte de las mujeres) para evitar que los y las menores vuelvan a ver a su padre, dejándoles, de paso, sin un duro y viviendo debajo de un puente.
En mi caso, coincido con la otra argumentación, que es la que ha sido planteada por muchas de las organizaciones de mujeres feministas que han participado en este debate, es decir, custodia compartida sólo como resultado del acuerdo de las partes. Por lo tanto, creo que una persona que induce al asesinato del padre de sus hijos, probablemente no debiera tener la custodia de sus hijas e hijos, ni la compartida, ni la exclusiva. Creo que el sistema judicial no puede (y menos tal y como está), pero seguramente no debe, entrar a concretar las condiciones de la convivencia cotidiana de las personas, y su papel, en estos casos, es vigilar que el acuerdo entre progenitores no perjudica los intereses de los y las menores y, en caso de conflicto o falta de acuerdo, resolver sobre quien es la persona más adecuada para el desempeño de la custodia (que no de la responsabilidad de tutela, patria potestad, que en casi el 100% de los casos sigue siendo compartida).
Reconozco que me empieza a cansar la demagogia y argumentación literaria barata, (incluso diría que casi me aburre la argumentación de fondo de ambas posturas), para acabar discutiendo sobre si una presunta inductora al asesinato de su ex-pareja y su víctima tienen que compartir la convivencia cotidiana de sus hijos e hijas.
Compartir, es una acción de depende de la voluntad de las partes. No se puede obligar a compartir si no hay acuerdo con las condiciones en las que esta acción debe llevarse a cabo. Es posible que no se den tales condiciones en muchos casos y que debamos trabajar en convencer (nos), mujeres y hombres, de que el conflicto de una pareja no debe afectar al cumplimiento de las obligaciones contraídas, especialmente las familiares. Es posible que tengamos que reflexionar sobre la viabilidad económica de la vida familiar post-ruptura matrimonial. Bien, vamos a ello. Pero pretender que esto lo arregle un juzgado, imponiendo la custodia compartida caiga quien caiga es, sin duda, un sinsentido, estupendamente ilustrado, a mi juicio, en el artículo “œLos hijos compartidos”.
Para aquellos hombres buenos que, ya es mala suerte, tuvieron hijos o hijas con mujeres malas, malísimas, con las que el destino y el futuro sólo les depara la pelea diaria, la incomprensión o cosas aún peores, quiero hacer un llamamiento: Por favor, saquen a sus hijas e hijos de tan perniciosa influencia. Pidan la custodia exclusiva, no dejen que la sangre de su sangre sufra las consecuencias de su mala elección de pareja. Demuestren que son buenos padres. (Lo digo en serio) ¿O es que este baile va de otra cosa?
17 junio 2008 at 17:43
Los jueces en cada caso deberían decidir sobre eso.
19 junio 2008 at 9:00
Hola Marisa. Me gustaría aportar mis sensaciones ante este tema y en concreto ante tu post de hoy.
Bien, no tengo hijos y mi separación ha sido ejemplar en todos los sentidos, por lo que mi opinión no está condicionada a hechos personales traumáticos. Queria aclarar esto.
Yo estoy muy a favor de la custodia compartida. EVIDENTEMENTE en los casos en que los padres estén de acuerdo y no haya rechazo expreso por una de las partes de tener a los menores. O la situación social de uno de los miembros de la pareja no aconseje la crianza de hijos (trastornos graves de salud mental, por ejemplo), ni por supuesto en los casos de abusos o violencia. Ahora bien, tal y como se está llevando a cabo el asunto se está todavia asumiendo por todas las partes que los niños tienen que estár con la madre, como custodio primario. Y en este tema estoy muy de acuerdo con el articulo de Perez Aicart. La custodia compartida tiene que imponerse como NORMA GENERAL, no como algo excepcional. Evidentemente en muchos casos esa norma general no podrá aplicarse. Esto tiene todo el sentido del mundo para los partidarios de la Custodia compartida, que permitime que te lo diga, están siendo un tanto criminalizados por parte del feminismo institucional actual.
Pedir que la custodia compartida no sea la primera opcion es manifestar algo contrario a la liberación de la mujer y a la idea de que los hombres tienen que involucrarse en la crianza de los hijos (algo en lo que estoy 100% de acuerdo). Es tirar piedras contra tu propio tejado. Realmente cuando me empezé a interesar por estos temas quedé impresionado de con cuanto fervor muchas feministas no aceptaban la custodia compartida, yo me preguntaba ¿¿pero eso no sería confirmar que las responsabilidades familiares no recaen solo en la mujer?? ¿¿no sería asumir que tanto padres como madres tienen la misma competencia sobre sus hijos?? ¿¿porque se niegan a ella entonces??.
Insisto, serán muchos casos en los que la custodia compartida no fuera lo ideal. Nunca encontraremos una formula ideal para todo el mundo, eso está claro. Pero creo que el movimiento feminista y el igualitario deberán apostar MUY DURO por la asunción de la Custodia Compartida como norma general para los casos de divorcio o separacion con hijos.
y otra cosa me gustaría aclararte, con respecto al articulo de Perez Aicart, ésta no asume que la custodia del caso de Maria Dolores Martín Pozo tenga que ir para ella por el hecho de ser mujer, sino que hace referencia a ese caso por el caracter obsesivo que esta mujer tenia sobre sus hijos y para que su marido no los viera. Creo que lo has interpretado equivocadamente.
Un saludo.
19 junio 2008 at 12:10
Varias cosas también:
Primero: Yo también creo que la custodia compartida es el mejor mecanismo para la atención y cuidado de los menores post ruptura matrimonial. Lo digo en el post. Lo creo así porque creo que para una buena atención de los hijos e hijas lo mejor es que hombres y mujeres compartan las responsabilidades domésticas y familiares a partes iguales. Desgraciadamente esto no sucede así en el contexto social actual. En muchas familias el reparto no está equilibrado. (Lo dicen los estudios sociales académicos y oficiales). Por lo que pretender aplicar una tabla rasa en el momento de la ruptura de la pareja me parece una barbaridad, que sólo puede ocasionar un agravamiento de conflicto.
Segundo: No creo que pueda ser una norma de aplicación universal a todas las rupturas matrimoniales, como están proponiendo algunas de las asociaciones de padres separados. Creo que la custodia compartida debe estar asociada, necesariamente a la capacidad de los cónyuges de llegar a un acuerdo, en pie de igualdad, sobre todo para garantizar el bienestar de los menores.
Tercero: Creo que sólo los ex – cónyuges son competentes para fijar las condiciones (el detalle) en las que la custodia debe desarrollarse, porque estamos hablando de convivencia cotidiana. Ningún juzgado, si no cuenta con la complicidad (acuerdo de las partes), puede imponer unas condiciones de convivencia viables (esto no es una indemnización por daños que puede cuantificarse y ejecutarse).
Cuarto: Seguimos estando en un contexto en el que las condiciones de los acuerdos de separación y divorcio se incumplen sistemáticamente. Existen altísimas tasas de impago de alimentos y los regímenes de visitas no se cumplen en muchos casos y no sólo por culpa de madres obsesivas al borde de la psicopatía, sino por incumplimiento directo de los hombres, que simplemente no acuden. Los juzgados no tienen, en la mayor parte de los casos mecanismos para hacer que estas dos cuestiones, mucho más sencillas que un convenio de custodia compartida, se cumpla ¿Cómo, entonces, pretender que los juzgados determinen las condiciones de convivencia y garantizar que se cumplen? Es imposible, nuevamente sin el acuerdo de las partes.
Por último, las feministas, que, en una buena parte de los casos, repito, no nos hemos opuesto al normal desarrollo de la custodia compartida fruto de un acuerdo consensuado en pie de igualdad entre ambos cónyuges, sólo hemos alertado de la imposibilidad de que se pueda aplicar en casos de conflicto grave de pareja, donde, de acuerdo con la experiencia y la estadística, los intereses y derechos que quedan más perjudicados son los de los menores primero y los de las mujeres después. Por lo tanto no creemos que pueda haber una ley que obligue a la custodia compartida en todos los casos. También creemos que la custodia, incluso el régimen de visitas no deberían establecerse en casos de maltrato de violencia de género, que, sin embargo, si se están dando en los juzgados en este momento.
A todo esto se nos suele contestar con casos como los que aparecen en el país de una presunta inductora al asesinato de su ex marido.
No creas todo lo que te cuentan.
28 junio 2008 at 22:25
ESO DIGO YO MARISA, NO TE CREAS TODO LO QUE TE CUENTAN. Las listas y datos “oficiales”y las estadísticas.
¿qué feministas no os habéis opuesto, en una buena parte de los casos al normal desarrollo de la custodia compartida? estaría bueno que os entrometiérais en las decisiones personales de cada pareja o ex-pareja,¿ dónde quedaría la libertad de las personas?
Los conflictos de las parejas, demasiadas veces, vienen generados y perpetuados por el “uso” que se hace de los hijos. En el cuarto punto de tu escrito, lo exponen perfectamente. Los acuerdos de separación y divorcio, se incumplen sistemáticamente, tanto por hombres que no quieren obligaciones paternas, como por mujeres que tampoco quieren que las relaciones paternofiliares sean como deberían, porque entienden que sus hijos son eso, sus hijos, una posesión que no están dispuestas a ceder.
No alcanzo a entender cómo veís tan normal que la custodia de los hijos se adjudique por norma a la madre y pongáis el grito en el cielo cuando hay hombres que quieren ejercer como padres al cien por cien Y se les niega ese derecho.
Tú lo dices claramente, la custodia, en todos los casos, se le adjudica a la madre, aunque sea una psicópata, ¿te parece eso justo y lo mejor para los niños?¿ porqué un hombre tiene que demostrar que está capacitado para ser padre y a una mujer se le supone esa capacidad de ser madre?.
¿CÓMO TE PUEDE PARECER BIEN QUE EXISTA UNA LEY QUE ADJUDICA EN “TODOS LOS CASOS” LAS CUSTODIAS PARA LAS MADRES Y TAN MAL QUE EXISTA UNA LEY QUE ADJUDIQUE LA CUSTODIA COMPARTIDA EN “TODOS LOS CASOS”?.
¿NO SERíA MíS COHERENTE E IGUALITARIO LA COPARENTALIDAD Y ESTUDIAR EN PROFUNDIDAD LOS CASOS EN LOS QUE ESTA SOLUCIÓN NO FUESE LO MEJOR PARA LOS MENORES?
CUSTODIA COMPARTIDA Sí
30 junio 2008 at 10:30
Maria Antonia, lo que dices sencillamente no es cierto. La actual regulación de la separación y divorcio hace posible la imposición judicial de la custodia compartida cuando uno de los conyuges la pide, incluso con la oposición de la otra parte. La anterior regulación del divorcio admitía la custodia compartida bajo la formula de negociación de los cónyuges, exactamente igual que ahora. En la prensa podemos ver, períodicamente muchos ejemplos de parejas que han negociado las condiciones a plena satisfacción de todos los miembros de la familia. No es cierto que la Ley atribuya la custodia a las madres y es necesario analizar el numero de casos de custodia para las madres en un marco social en el que los padres no la piden, en los procesos de separación y divorcio y en una sociedad que aún responsabiliza de forma exclusiva a las mujeres de la crianza en muchos casos.
No, no me parece bien la custodia compartida en “TODOS LOS CASOS”, sólo en aquellos en los que se den las condiciones para un desarrollo no conflictivo que garantice el bienestar de los menores y la ausencia de conflicto entre cónyuges. Me parece que esto sólo es posible en el marco del acuerdo de las partes.
Cuatodia responsable, sí
9 julio 2008 at 14:53
Hola Marisa, esa es precisamente la trampa de la ley, si no hay acuerdo, en la práctica, y todos lo sabemos sin faltar a la verdad, es que no se concede la custodia compartida. Por lo que mantenemos el problema. Qué hacemos con la multitud de casos posibles de CC que no se conceden por la simple oposición de una de las partes??, así no hacemos igualdad, creamos desigualdades enormes y siempre son los menores los que pierden.
Es brutal saberte capaz de ser y ejercer como padre y que te la nieguen sin más, mientras tanto la limitación de poder ver a tus hijos sumado a la bestial carga económica que esto supone cuando además la otra parte puede asumir sin problemas parte de esa carga (me refiero al reparto de bienes) se plantea como una forma de vivir que roza lo absolutamente inaceptable.
Todos sabemos que si esto fuese al contrario (que afectase a las mujeres) sería igualmente injusto, pero todos sabemos que entonces vosotras tomarías cartas en el asunto, eso es una desigualdad que debéis solventar para luchar por la igualdad real con dignidad. La mayoría de los hombres estamos con vosotras respecto a la igualdad, y sabemos que debemos aprender a cambiar rolles, pero para ello debemos procurar en todos los casos partir desde principios de igualdad para todos.
Espero que algún día entendáis el inmenso sufrimiento que se está haciendo pasar a los hombres por el simple hecho de serlos.
Saludos,
Abbot
9 julio 2008 at 18:49
Confieso que me gusta mucho más el tono de debate que tiene este post en esta ocasión, que los comentarios recibidos en otras ocasiones que he escrito sobre este tema. Parece que su movimiento, al menos en lo formal se está moderando y les felicito por ello.
No obstante, continuo estando profundamenten en desacuerdo con los presupuestos que defienden y, al contrario de lo que ustedes apuntan, no tiene que ver con una posición corporativa de denfesa ciega de los derechos de las mujeres, sino con que considero inviable sus propuestas en el actual estado de cosas, como ya he explicado en repetidas ocasiones.
Demandar una custodia compartida obligatoria por Ley, no va a resolver el problema de la conflictividad entre los ex conyuges, ni garantiza el bienestar de los menores. Ser padre/madre no es un derecho, es una obligación. La atribución de los bienes, permisos y otros elementos recogidos en la legislación tienen como única finalidad hacer más llevadero el cumplimiento de la misma y no favorecer al progenitor/a, como se apunta en más de una ocasión desde las posiciones de defensa de la Custodia compartida obligatoria.
Promover situaciones de acuerdo entre las partes, que sean respetadas y reconocidas por el Poder Judicial, es la única solución a este problema. No existe una custodia compartida posible sin acuerdo, por muy capaz que se crea una de compartirla. Dos no comparten si uno no quiere. Lamentablemente los que pagarían las consecuencias de una custodia compartida sin acuerdo serían los menores. Básicamente esta es mi posición y claro queda, también, que no es la suya, que antepone el deseo de los hombres a ejercer como padres, de forma compartida, eso sí, y la demanda relativa al reparto de bienes asociada a la custodia.
En esta ocasión, cada cual ha podido expresar su posición sin que haya tenido que soportar insultos e incluso amenazas, como en ocasiones anteriores. Insisto, les felicito por ello. Quizá la próxima vez que vuelva a escribir sobre este tema, tengamos algún espacio común de debate y no sólo el planteamiento por su parte de una falsa confrontación que sólo puede interesar a quienes defienden intereses y posiciones poco claras.
10 julio 2008 at 10:09
Hola de nuevo Marisa, en cierta manera está claro que una custodia compartida con muchísima conflictividad entre las partes puede ser un problema mayor. Pero creo que si realmente creemos que lo mejor para el menor en casos de separación es la custodia compartida, deberemos fomentarlo con todas las fuerzas posibles esta situación. Tú lo apuntas acertadamente: “Promover situaciones de acuerdo entre las partes, que sean respetadas y reconocidas por el Poder Judicial, es la única solución a este problema.”
Para esto, estarás de acuerdo conmigo en que hay que hacer algo, y algo importante que permita fomentar y promocionar ese cambio, es algo parecido a la “igualdad” en términos generales. Si nos limitamos a comentar lo que se necesita para acercarnos y llegar a la igualdad entre hombres y mujeres nunca la conseguiremos, hay que aplicar políticas y dar impulsos reales, recursos que permitan a los jueces implantar de forma real la custodia compartida. Todos sabemos que la ley, estrictamente hablando, lo permite, pero la realidad es otra muy distinta. Insisto es como la “igualdad”, según la ley somos iguales, pero todos sabemos que existen diferencias sociales y por eso hay que tomar cartas en el asunto y aplicar políticas que fomenten ese cambio hacia la igualdad, y es lo mismo lo que solicitamos respecto a dar un impulso claro a fomentar lo mejor para el menor.
Estoy de acuerdo en que hay que ser muy cuidadosos con estos temas tan delicados, pero actualmente, y esto todos lo sabemos, se hacen copiado y pegado de sentencias en un número altísimo de ocasiones, muchas veces se solicita una custodia compartida y el fiscal ni se presenta, ya sabe de antemano lo que aportará al juicio. Así, y supongo que estemos de acuerdo, estamos haciendo mucho daño a los menores, mucho daño a los hombres y a su vez mucho daño a muchas mujeres que apoyadas en la ley la utilizan dolosamente.
Quizás un buen principio para todo esto sea que ante unos padres igualmente “aptos” para afrontar una custodia (compartida o monoparental) se fomente de manera clara la compartida y ante la negativa de uno de ellos la custodia se conceda al que realmente la quiere compartir, al que realmente apuesta por lo mejor para el menor. Con tan solo esto creo que reduciríamos y mucho la conflictividad. Como sabemos, en muchas ocasiones, esta viene proporcionada directamente por la gran desigualdad que produce la separación. Si ambos miembros fuesen conscientes de la igualdad ante la justicia en estos temas, indudablemente, ambos fomentarían el diálogo y valorarían de diferente forma lo mejor para los menores. Si mantenemos que ante una separación, la madre, salvo contadísimas excepciones tendrá la custodia en exclusiva, difícilmente podremos fomentar acuerdos.
Saludos,
Abbot
11 julio 2008 at 10:21
Un apunte más, aunque tengo miles respecto a estos temas, pero este si cabe de total actualidad por esto del periodo estival. Sé y comparto contigo que muchos padres no pagan la pensión completa de sus hijos o directamente no la pagan, y decirte que de base no lo comparto, aunque todo tiene sus matizaciones, ya que tampoco comparto esto de pagar un dinero a fondo perdido del que no tienes el más mínimo control. Pero vamos al tema, 20 de Junio, llega el verano, mi niña está encantada, al fin parece que ha dejado de llover y la playa parece estar ya muy cerca, quedan 86 días hasta la vuelta al cole el 15 de Septiembre. ¡¡Genial custodia compartida estival!!, 43 días con papá y 43 con mamá, desde ese punto de vista los papás deberíamos estar encantados, todo el invierno dando la brasa con la custodia compartida y en verano llega, aunque solo sea por 90 días.
Bueno, pues eso, custodia compartida pero”¦, pensión unilateral a favor de mamá??. En mi caso, cuando el contencioso, tuve que poner dinero encima de la mesa para disfrutar de un régimen alto de “visitas” (3 días intersemanales y fines de semana y vacaciones por mitad), mi dinero me cuesta cada mes. No quise o tuve miedo de que la jueza no me lo diese en el juicio y ante la lluvia de ofertas, decidí apostar, bueno realmente y suena muy feo, pero entre en un mercado sucio y compré literalmente derechos de visita de mi hija.
Esto hizo en su momento y hoy en día sigue siendo así, vivir muy por encima de mis posibilidades, pero al menos veo a mi hija con bastante regularidad.
Pues eso, en total, tengo un verano por delante para planificar 43 días con mi hija, playa, piscina, otros amigos y muchos sitios para ver, pero cuidado, si mi economía está más allá de la crisis profunda, qué ocurre en verano??, mi ex y yo tenemos sueldos muy similares, pero ella paga media hipoteca de la casa donde vive, mientras yo pago dos, mas los 500€ de pensión para mi hija, que no te lo pierdas, va a un colegio público donde el gasto mayor es el comedor (80€/mes).
Con esto, tengo 43 días para planificar pero debo partir de la base que la pensión de la niña debo pagarla si o si, esto es tres meses de pensión a 500€, total 1.500€ solo para pagar una pensión de alimentos, pero si realmente cuando mi hija está conmigo soy yo quien también paga estos alimentos???.
Resultado real, que me pago mis vacaciones con mi hija y como regalo le pago las vacaciones a mi ex por la regla del 33. Así mi hija con mamá suele ir a hoteles de cierto nivel, mientras que conmigo va de camping, que por otro lado está genial para los pekes.
Y yo me pregunto Marisa, esto es igualdad?, este tipo de situaciones nos permiten luchar por y para la igualdad de todos?, y este tipo de cosas tan sangrantes, no pueden propiciar o ser semilla de muchos actos de violencia familiar cuando no somos capaces de asumir este tipo de injusticias tan sangrantes??
No debería ser esto una prioridad en la lucha para la igualdad de todos?.
Gracias de nuevo por escuchar Marisa.
Saludos,
Abbot
11 julio 2008 at 18:00
Gracias por explicarnos a todas y todos con tan bien ejemplo que en realidad estamos hablando de un problema de supervivencia económica. Solo aclararte que todo esto que cuentas no tiene nada que ver con las cuestiones de igualdad y políticas de igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres y que, nuevamente me reitero, la solución a lo que planteas no es la custodia compartida por imposición judicial a todos los casos.
12 julio 2008 at 19:22
Si es posible una custodia compartida aunque no haya acuerdo y consenso entre las partes, si por ejemplo el juez o la juez establece que los hijos han de pasar un año en cada casa, con fines de semana alternos y mitad de vacaciones escolares, pues madre y padre han de cumplir lo que está escrito y punto. Estan de esa manera compartiendo o repartiendo a partes iguales el tiempo que pasan con los hijos asi como tambien estan contribuyendo al cincuenta por cien al sostenimiento economico de los hijos, sin necesidad de pasar ninguna pension por alimentos. Otra cosa es q alguno de los dos conyuges no quiera hacerse cargo de la custodia o no esté capacitado en cuyo caso la custodia sería exclusiva del otro cónyuge.
Desde que me casé hasta ahora mis hijos de 15 y 13 años han pasado por 7 casas familiares, no veo problema en q ahora a raiz de mi divorcio alternen entre dos domicilios. En semanas alternas me parece excesivo, pero en años alternos mucho mejor, ambas casas estan en el mismo municipio, en los mismos barrios q los abuelos y tios, seguiran yendo al mismo instituto.
Sin embargo tengo miedo d que no me asignen la custodia compartida pues mi marido no quiere q vea a mis hijos, quiere q le pase una pension y que la custodia sea para el. Me han dicho que en Toledo se asignan pocas custodias compartidas. No se si tendré suerte. Saludos a todos y todas
12 julio 2008 at 20:14
Abbot está claro que tu situación se solucionaría con la custodia compartida que yo propongo, mitad de tiempo y asi mitad de gastos sin pensiones de por medio. No solo se soluciona el tema económico como dice Marisa sino tambien el educativo y el emocional; madre, padre e hijos salen ganando (como siempre salvo excepciones de desequilibrio mental de uno de los conyuges, violencia,etc en cuyo caso custodia exclusiva). como nunca se sabe cual de los dos es el mejor educador, pues repartiendo el tiempo se hace un promedio de ventajas e inconvenientes que podran disfrutar y padecer los hijos, porque yo soy la primera que reconozco que no siempre acierto en mi labor educativa. Ademas asi los hijos tendran dos modelos de los que sacar conclusiones cuando sean mayores, lo cual es mucho mas enriquecedor, seguro que nuestros hijos e hijas serán asi unos padres y madres mejores, no es que vayan a copiar un modelo u otro sino que tomaran lo mejor de cada uno de ellos.
CUSTODIA COMPARTIDA POR IMPOSICION LEGAL Y CUANDO UNA DE LAS PARTES NO CUMPLA CON SU OBLIGACION SE LE RETIRA LA CUSTODIA Y LISTO.
El tratamiento tanto al padre como a la madre en cuanto a unidad familiar se refiere sería: familia monoparental con (nº hijos/2) hijos a cargo. Esto lo digo porque por ejemplo existen ayudas que dependen de eso. A mi me están denegando el acceso a una vivienda de protección oficial porque aunque separada de hecho y mutuo acuerdo hace 7 años (con custodia compartida), como el convenio regulador no ha pasado por un juzgado pues me consideran casada, no separada con hijos a cargo, me dicen que como la custodia no es mia que no tengo hijos a cargo ¡¡manda huevos!! Abbot habra que reirse por no llorar. Que tratamiento mas sistemático por todas partes, como si fueramos ovejas, o blanco o negro, no hay intermedios. Asi que lo tengo crudo, sin casa ya me diras. y el juez o la juez me dira que sin casa no hay custodia compartida, y no me quedara mas remedio que pedir que la custodia sea para mi, y eso supondria una pelea con mi ex en la que no querria participar, pero ¿como arriesgarme a perder a mis hijos? ¡AY !SI LAS MENTES SE ABRIERAN QUE FELICES SERIAN NUESTROS HIJOS
14 julio 2008 at 9:52
Marisa, crees realmente que todo esto puedes resumirlo en que se trata de un problema de “supervivencia económica” sin más???. Un especialista en políticas de igualdad se queda ahí??.
Como es posible que ante el no pago de pensiones de los padres luchéis porque el estado dispongo de un fondo de garantía y cuando el pago de esta se realiza y es a todas luces injusto, lo utilices para resumir de un plumazo que el problema de la custodia compartida es un problema de “supervivencia económica”??, no doy crédito Marisa.
Sabes?, en mi caso y me consta que es el de muchos, yo solicité la custodia compartida renunciando a la casa (mi casa), un chalet de 250mts que seguiré pagando por 25 años, es más planteaba cubrir el 100% de los gastos de mi hija (total ya lo estoy haciendo).
Crees realmente que es por un problema de “supervivencia económica” o de “supervivencia emocional y/o vital”?. No podemos frivolizar con los sentimientos de los padres por el simple hecho de ser hombres. Para mí como para muchos padres lo primero y lo fundamental en mi vida es mi hija. Si luego la economía acompaña mejor, pero mis padres nunca tuvieron demasiada solvencia económica y supieron sacarnos adelante. Eso sí nadie les cuestionó nunca, ni a mi padre ni a mi madre, si su prioridad en la vida era la económica o la afectiva hacia sus hijos, no era necesario cuestionarlo, la respuesta era evidente. No sé que ha pasado desde entonces hasta ahora para que se cuestione de esta manera tan frívola las prioridades de los padres (hombres).
Saludos,
Abbot
13 agosto 2008 at 14:35
Hola, acabo de acceder a este blog y me llama la atención la polemica suscitada sobre el tema de la custodia compartida.
Me separe en el año 1982 cuando mi hijo tenia 4 años y ahora tiene 30 y ya entonces pusimos en práctica la custodia compartida y estuvo hasta que mi hijo quiso.
Logicamente fue consensuada porque entiendo que no puede ser de ninguna otra manera no se puede imponer a nadie una relación.
Mi separación fue amistosa con lo cual fue una ventaja a la hora de pactar la custodia, el régimen economico y otras cuestiones familiares, que surgen.
Si no hay consenso entre los padres los jueces deberían decidir quien tienen la custodia independientemente que sea la madre o el padre.
En nuestra cultura los hijos están considerados como propiedades sobre todo de la madre, grave error, porque son persones independientes y con capacidad para decidir y ver las cosas de distinta manera que sus progenitores y eso crea para alguno de ellos graves problemas de tolerancia, con lo cual y ya termino CUSTODIA COMPARTIDA, SI PERO CONSENSUADA.